La Doctrina No salva

La doctrina no murió en la cruz, la doctrina no salva.

El énfasis desmedido en la doctrina crea monstruos religiosos, para quienes es más importante la letra que la persona del Señor Jesucristo.

Si el evangelio no te revela a Jesús motivándote a parecerte a Él, el tal evangelio es rancia y hueca religión, donde lo más importante es la exactitud de la literalidad doctrinal que el tener el carácter de Cristo en la vida del creyente. El evangelio se escribió para revelar y creer en Jesucristo (Juan 20:31), y la Palabra de Dios está puesta para depositar la fe en Él. Mi fe debe estar depositada en la persona de Jesús; ello traerá consigo revelación progresiva del evangelio, así de entrada el individuo no conozca ni entienda muchas cosas.

La fe en Jesús es la que salva (Romanos 10:13; Hechos 4:11,12). Es más fácil comprometerse con la doctrina que parecerse y comprometerse con Jesús. Ese es el gran problema de la religión que promocionan organizaciones y líderes religiosos. Es más fácil para los religiosos navegar en la intelectualidad de la doctrina, exhibiendo conocimiento acerca de ello, que tener el carácter de Jesús. Lo primero alimenta el ego y el intelecto; lo segundo significa morir al “yo” y llevar la cruz.

Lcdo. Edgar Soto R.