Para aquellos que dicen que “la política es del mundo”

Pareciera que a los creyentes que dicen que "la política es del mundo" todavía no les ha sido quitado el velo para poder ver el evangelio de Jesús. Por lo tanto no han podido entender lo que nuestro Señor Jesucristo quiso enseñarnos cuando dijo que “el reino de Dios es como un grano de levadura que se mete en la masa para que leude toda la masa”.

Uno se pregunta, ¿es que acaso el reino de Dios no es el gobierno de Dios en el corazón de los hombres? ¿Acaso la persona que ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador no tiene el gobierno de Dios dentro de sí mismo? Será que están pensando que gobernar se refiere a administrar únicamente cosas materiales (mundo) que contaminan la “santidad” del creyente?

 ¿Acaso cuando Jesús habló de eso no se estaba refiriendo a que la masa es el “mundo” y la levadura es la revelación de Dios en el creyente (el Evangelio de Jesús [reino de Dios]) para influir, afectar y cambiar la esencia de la masa?

Pareciera que tampoco han podido ver y entender lo que Jesús quiso enseñar con sus palabras cuando dijo que “vosotros (sus discípulos, quienes lo han recibido como Maestro y Señor) sois la luz del mundo (Mateo 5:14-16); … no se enciende una luz y se pone debajo de un almud (cajón), sino sobre el candelero y alumbra a todos…

Si Jesús es la luz que vino a los hombres: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, luego los que lo siguen tienen su luz… ¿para qué? 

¿Acaso nos mandó a que no nos metiéramos en las cosas, carreras, profesiones, actividades, etc… de este mundo y que nos encerráramos en el almud (cajón, local del club o de la iglesia), debajo de la mesa porque si no, el “mundo” nos contaminaría a nosotros y la luz que hay en nosotros se apagaría con las tinieblas del mundo?¿No es la luz la que disipa las tinieblas?...¡o es que acaso las tinieblas disipan la luz!

Veamos: ¿Qué es la Política?... ¿No es el arte, ciencia, carrera o actividad de regir los asuntos públicos, es decir gobernar, dirigir los asuntos comunes de todas las personas que conviven en un territorio, constituidas como nación?

Dios es el primer político y apenas creó al hombre y lo colocó en el Huerto, le encomendó, le mandó que llenara la tierra, la sojuzgara (sometiera debajo de sí), que señoreara sobre los animales y plantas que dan semilla y frutos, creados para que le sirvan de comida a todo ser viviente (Génesis 1:28-31), lo que habla de autoridad transferida sobre lo creado, lo cual implica administrarlo de la mejor manera para beneficiar a toda la raza humana; ¿no es eso el ejercicio político?

Lo que pasa es que el hombre “natural” en su naturaleza pecadora (separado de Dios y sujeto al sistema de rebelión de Satanás) ha tomado la política para hacerse señor de los demás hombres y usarlos para manipularlos en su confianza y apoyo para sus propias concupiscencias y proyectos egoístas, aprovechándose de la política para administrar lo que Dios ha creado para que sea repartido a toda la humanidad, acaparándolo para sí mismo en perjuicio de aquellos a quienes manipula y defrauda.

Nos seguimos preguntando, si la iglesia o el creyente en Jesucristo (Dios encarnado), quien es la que tiene la luz y la verdad no puede meterse en política, entonces ¿quién lo hará, los que son tinieblas? Y si la iglesia “se mete en esos asuntos”, ¿quién lo hará mejor y traerá “justicia y verdad”, el mundo (los hijos del diablo) o la iglesia?

La iglesia tiene que dejar de ser niña (que todavía tiene que tener su herencia en manos de tutores y curadores…), ya la mies está madura, ya los campos están blancos para la siega. Ya la iglesia tiene que haber madurado por la obra del Espíritu Santo para que reciba la herencia que le corresponde… “la manifestación gloriosa de los hijos de Dios… una iglesia gloriosa, que es cabeza y no cola en la planta de los pies de los hijos de las tinieblas…

Elizabeth de Soto