Hombres con un liderazgo y una visión
- El Blog de Edgar y Liz
- 14 ago 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 sept 2021

El ministerio del pastor Javier Bertucci ha roto con todos los modelos, paradigmas y con las conductas religiosas habidas y por haber en el país, se ha salido del común general y de los convencionalismos, al igual que el Señor Jesucristo y ha tenido como consecuencia una labor fructífera, de influencia, que se ha dejado ver y que ha afectado a la iglesia y a la sociedad en general en Venezuela. Uno de los efectos de esta labor ministerial es que ha despertado las iras del infierno y la envidia de la casta sacerdotal de los concilios, es decir la envidia del hermano mayor del hijo pródigo y esto se debe al hecho de que ha puesto al descubierto la falta de fruto y por ende la esterilidad de un liderazgo, que a pesar de que trabaja no ha producido los resultados convenientes de ese trabajo, pues el mismo, en muchos casos se hace sin devoción, sin amar a la gente, sin empatizar con sus necesidades, pues la labor se hace como para obtener relevancia, reputación, visibilidad, reconocimiento y gloria de hombres.
En la cultura evangélica venezolana no estamos formados para reconocer los liderazgos que presiden en la iglesia; no estamos acostumbrados a honrarlos, no se fomenta dicha conducta, más aún, todo lo contrario, se tiene el temor de que si se hace de ese modo sucedería que los liderazgos se envanecerían, se enfermarían y por tanto no hay que fomentar lo que dice Romanos 13:7(d,e)… “al que respeto, respeto; al que honra, honra”…, y a ello ha contribuido el liderazgo evangélico por caracterizarse en muchos casos, en ser señoreador, restrictivo, de poca amplitud, ejerciendo su autoridad en base a la compulsión, el temor y la amenaza teológica, a contravía de lo que exige la Palabra de Dios en 1ª Pedro 5:2,3: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.
Este tipo de liderazgo no se impone por el ejemplo, no por ser modelo de conducta o por parecerse a Jesús sino por sus modos coercitivos que traen consigo el usufructo y aprovechamiento de las ovejas; por eso cuando surgen liderazgos al estilo del Pastor Bertucci, cuyo modelo es la imagen de Jesús, que convence con el testimonio y que persuade en base a convicciones y hechos, ocurren profundas divisiones en el escenario del pueblo de Dios debido a que no están acostumbrados a este tipo de liderazgo, es decir un liderazgo comprometido, atrevido, que rompe los esquemas tradicionales y que con su ejemplo mueve y modela al pueblo cristiano; un liderazgo a la luz de la Palabra de Dios, definitivamente Bíblico, al estilo del apóstol Pablo, quien llegó a declarar “sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”…
Son muy pocos los hombres con autoridad espiritual para exhortar en estos términos al pueblo de Dios y sólo este tipo de autoridad, que se parece a Jesús puede generar una convicción espiritual capaz de traer cambios profundos a favor de la visión y conducta de la iglesia.
Esta es la razón por la cual defendemos y acompañamos un liderazgo de parte de Dios, representado en la persona del Pastor Javier Bertucci. Creo que el hacerlo implica llevar adelante la visión del Señor para este país (Venezuela); en este sentido hay que rogarle al Señor que derrame en Su pueblo ese mismo espíritu de rendición, compromiso y entrega, que sólo el Espíritu Santo puede volcar en la vida del creyente en particular y de la iglesia en lo colectivo.
Esta reflexión la hacemos a propósito de aquellos que señalan a los seguidores de la visión del Pastor Bertucci de idólatras, de seguidores de hombres. A los tales les respondemos que la Biblia toda describe a hombres con un liderazgo con visión (Abraham, Moisés, Josué, Samuel, David, etc...) los cuales movían a un pueblo y confrontaban a los creyentes a abrazar el compromiso y las demandas de parte de Dios. Podemos decir que es desafiante observar y seguir a hombres que se decidieron a llevar adelante la visión de Dios, la cual sirve de inspiración para la iglesia que ha abrazado el camino de Jesús en procura de romper con los moldes y esquemas tradicionales que por muchos años mantuvieron a la iglesia inmovilizada y fuera del propósito de Dios; a tales hombres declara la Biblia: “… que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra”. 1ª Tesalonicenses 5:13
Lcdo. Edgar Soto R.
Comments