Un nuevo liderazgo para la nueva Venezuela
- El Blog de Edgar y Liz

- 1 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 11 may 2020

En la cultura evangélica venezolana no estamos formados para reconocer los liderazgos que presiden en la iglesia, no estamos acostumbrados a honrarlos, no se fomenta dicha conducta, más aún, todo lo contrario, se tiene el temor de que si se hace de ese modo sucedería que los liderazgos se envanecerían, se enfermarían y por tanto no hay que fomentar lo que dice Romanos 13:7(d,e)… “al que respeto, respeto; al que honra, honra”…, y a ello ha contribuido el liderazgo evangélico por caracterizarse en muchos casos, en ser enseñoreador, restrictivo, de poca amplitud, ejerciendo su autoridad en base a la compulsión, el temor y la amenaza teológica, a contravía de lo que exige la Palabra de Dios en 1º Pedro 5:2,3.
Este tipo de liderazgo no se impone por el ejemplo, no por ser modelo de conducta o por parecerse a Jesús, sino por sus modos coercitivos que traen consigo el usufructo y aprovechamiento de las ovejas, por eso cuando surgen liderazgos al estilo del Pastor Bertucci, cuyo modelo es la imagen de Jesús, que convence con el testimonio y que persuade en base a convicciones y hechos ocurren en el escenario del pueblo de Dios profundas divisiones debido a que no están acostumbrados a este tipo de liderazgo, es decir un liderazgo comprometido, atrevido, que rompe los esquemas tradicionales y que con su ejemplo mueve y modela al pueblo evangélico, un liderazgo a la luz de la Palabra de Dios, definitivamente Bíblico, al estilo del apóstol Pablo, quien llegó a declarar “sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”…
Son muy pocos los hombres con autoridad espiritual para exhortar en estos términos al pueblo de Dios y sólo este tipo de autoridad, que se parece a Jesús puede generar una convicción espiritual capaz de traer cambios profundos a favor de la visión y conducta de la iglesia. Esta es la razón por la cual defendemos y acompañamos un liderazgo de parte de Dios, representado en la persona del Pastor Javier Bertucci, creo que el hacerlo representa llevar adelante la visión del Señor para este país (Venezuela). En este sentido hay que rogarle al Señor que derrame en el pueblo ese mismo espíritu de rendición, compromiso y entrega, que sólo el Espíritu Santo puede volcar en la vida del creyente en particular y de la iglesia en lo colectivo.
Esta reflexión la hacemos a propósito de aquellos que señalan a los seguidores de la visión del Pastor Bertucci de idólatras, de seguidores de hombres. A los tales les respondemos que la Biblia toda describe a hombres con un liderazgo con visión, los cuales movían a un pueblo y confrontaban a los creyentes a abrazar el compromiso y las demandas de parte de Dios. Podemos decir que es desafiante observary seguir a hombres que se decidieron a llevar adelante la visión de Dios, la cual sirve de inspiración para la iglesia que ha abrazado el camino de Jesús en procura de romper con los moldes y esquemas tradicionales que por muchos años mantuvieron a la iglesia inmovilizada y fuera del propósito de Dios; a tales hombres declara la Biblia: “… que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra”. 1ª Tesalonicenses 5:13





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